El 25 de febrero formamos parte de una mesa redonda en ESADE, bajo el tema «Emprender, una salida para un EMBA«. En esta ocasión participó Mónica Muñoz, co-fundadora de The Innova Room, junto a emprendedores como: David Feito, de Gemelolandia, Antonio Cobo, de Coolaboro y Rubén Gil, de Enjoy. En este post presentamos algunas claves para realizar una buena transición entre el mundo corporativo y el emprendedor. Si emprender supone siempre una carga de riesgo e incertidumbre, cuando se ha realizado una carrera en el mundo corporativo se aporta un importante bagaje profesional al proyecto, pero se debe realizar también un esfuerzo extra de adaptación al nuevo entorno.
Cómo transformar en ventajas los escollos en la transformación a emprendedor
1. Debilidad de la marca personal vs. nueva visibilidad
Al salir de un entorno corporativo el vértigo ante la poca presencia de la marca personal puede ser fuerte. Será necesario un periodo de transición y trabajar intensamente en su desarrollo para poder potenciarla. Tomando esta debilidad para transformarla en fortaleza, el nuevo profesional que emerja de este proceso gozará de una marca personal mucho más potente y personal. El foco habrá cambiado: del puesto desempeñado, a la persona que hay detrás.
2. Desarrollo de un portafolio propio
No sólo la marca personal se ve comprometida en un estado inicial, sino que se descubre que los proyectos en los que se ha trabajado o liderado (en muchas ocasiones, con gran protagonismo) no pueden citarse como logros propios al haber sido desarrollados dentro de otra estructura. Salvo que se haya compaginado la carrera corporativa con una actividad independiente, existen pocos atajos para crear unas referencias propias a corto plazo. Por ejemplo, es posible crear un portafolio inicial de referencias a través de colaboraciones con otros emprendedores u organizaciones independientes.
3. Falta de habilidades
De igual modo, dentro una organización el trabajo está especializado por áreas o competencias, y el paso al mundo emprendedor pone de manifiesto las carencias en aquellas áreas más alejadas de nuestra expertise. Por ejemplo, en ventas, finanzas o marketing. Para suplir estas carencias, o bien se busca la complementareidad a través de socios o colaboradores, o si la estructura de costes del proyecto no lo permite será necesario desarrollarlas en un nivel suficiente como para permitir el arranque del proyecto.
4. Cambio de escala
El cambio de escala afecta a nuestro entorno competitivo en cuanto a contactos de clientes, proveedores y competidores. Si es un salto muy grande, puede ocasionar que nos veamos totalmente desplazados de nuestro posicionamiento inicial, y por tanto obligados a crear de cero toda una nueva red de contactos para el nuevo proyecto. Esto es aún más significativo cuando el paso de corporativo a emprendedor se realiza saltanto a otro sector.
5. Ritmos, hábitos y rutinas
En la escala temporal diaria, mensual y anual es necesario crear unos nuevos ritmos. Es posible adaptar algunos hitos a nuestra nueva organización, pero lo más probable es que haya que crearlos por completo para responder a sus hitos críticos (muy distintos de los de una organización en fase de madurez).
6. Criterio e independencia
Pero no todo son escollos. La conversión en emprendedor conlleva una importante recompensa a través de la independencia de acción y de la adopción de un criterio propio. Para personas con carácter independiente esto puede ser un importante ancla de carrera, junto con la posibilidad de realizar un aprendizaje continuo. Llevar las riendas de la vida, asumiendo los errores y aprendiendo de ellos, es una importante fuente de felicidad.
7. Equilibrio personal
Esta independencia de acción facilita tomar decisiones que nos acerquen a nuestro estilo de vida, sea cual sea. O al menos tener un plan a largo plazo para alcanzar ese objetivo, que dependa de nosotros en mayor medida que de factores externos. Cada cual decide qué entiende por equilibrio personal y cuál es su propósito de vida. Puede consistir en un adecuado balance entre vida personal y trabajo, o en compaginar varios proyectos de emprendimiento en paralelo, o en vivir a caballo entre dos continentes.
8. Last but not least…equilibrio financiero
Por último, el paso de la seguridad corporativa a la incertidumbre que conlleva el emprendimiento puede ser un escollo insalvable para quienes valoran la seguridad financiera por encima de todo. Si existen otros factores que impulsen a dar este salto, este miedo puede ser superado intentando reducir el riesgo. Por un lado, se puede compaginar durante un tiempo la actividad emprendedora con la corporativa. Pero esto tiene un tiempo limitado porque el desgaste personal puede ser importante, y llegará un punto en que el proyecto emprendedor demande más atención para poder crecer. Por otra parte, si se desea partir con una dedicación plena en el nuevo proyecto, es recomendable realizar una planificación financiera previendo que se vaya a estar un tiempo sin generar ingresos (y multiplicar el escenario pesimista por tres).
Se dice que los Planes de Empresa están para romperlos, y no todo proyecto requerirá un detalladísimo business plan para arrancar; lo que es recomendable en cualquier caso es realizar un mínimo producto viable, y testarlo con clientes reales. Y ser capaces de adaptarlo muy rápidamente hacia donde existe una mayor demanda.
Nos despedimos con una imagen que resume algunas recomendaciones para valientes que se lancen a emprender.