Tras visitar FITUR 2011, las sensaciones percibidas son ambivalentes. Por un lado, se observa un ambiente más animado que en las desangeladas ediciones anteriores, donde era palpable la desproporción entre espacios vacíos y stands. Sin embargo, no debemos movernos a engaño y creer que el bache ha pasado, porque el sector debe afrontar una profunda transformación. Cuanto antes se asuma este hecho, antes se encontrará una vía de desarrollo para un nuevo modelo turístico. Está en juego el futuro de la primera industria de este país.
Durante la mesa redonda de FITURTECH en la primera jornada pudimos escuchar a Joan Gaspart, presidente de HUSA, afirmar que el turismo no volverá a los tiempos pasados. A pesar de ello, otro año más los medios publicitarán las estadísticas acerca de los millones de turistas llegados cada año como único indicador de éxito, lo cual es a todas luces insuficiente para evaluar la salud del sector.
Este año se ha visto más presencia de empresas que en las dos ediciones anteriores y menos zonas vacías, lo cual es de celebrar. Los pabellones institucionales siguen estando presentes con dimensiones mastodónticas en muchos casos y cierta dispersión en cuanto a destinos (hay pabellones autonómicos, por provincias y por ciudades para promocionar un mismo lugar). Por ejemplo, se producen situaciones absurdas como el hecho de encontrar un pabellón de Haro (población riojana de 12.000 habitantes), independiente y alejado del stand de La Rioja. Pero no vamos a entrar aquí en desencuentros políticos o de otra índole, seguramente de origen complejo.
Volviendo a cuestiones profesionales, este año se han desarrollado una serie de encuentros paralelos dirigidos a facilitar el debate en torno al futuro del sector. Uno de los más activos ha sido la quinta edición de FITURTECH: Foro de innovación y tecnología turística, impulsado por el Instituto Tecnológico Hotelero (ITH). Entre otros contó el 21 de enero con la presencia siempre estimulante de Kike Sarasola, fundador de Room Mate, en la jornada dedicada a la inspiración a los clientes. Éste es un concepto muy interesante, puesto que según el proceso del viaje, la inspiración es la primera y decisiva fase que decide el viaje. Este concepto de círculo virtuoso (ver gráfico) ya había sido introducido en la primera jornada de FITURTECH, en la presentación de Borja Rodríguez y Gerson Beltrán.
Los conceptos clave que se repiten una y otra vez en la serie de ponencias y presentaciones de productos a las que hemos asistido son:
– Innovación en productos y servicios, modernización, renovación, adaptación al cambio, rehabilitación integral de destinos, reinvención
– Elevación de la calidad (como valor percibido por el cliente y como cumplimiento de expectativas generadas), competitividad
– Segmentación, especialización, personalización de la experiencia
– Tecnología, nuevos canales de venta, geolocalización
– Marketing 2.0, redes sociales bien entendidas, co-branding
– Sostenibilidad (no sólo medioambiental, sino cultural, social, y económica), visión a largo plazo
– Formación, formación, formación (parafraseando aquel «location, location, location«)
Habrá que trabajar en estas líneas para conseguir mantener y mejorar una posición crucial en turismo global.
Para finalizar, destacamos una frase de Joantxo Lantada en FITURTECH: «el turismo es la industria de la felicidad«. ¿Existe algo más inspirador?