A medio camino entre el arte, el comercio (tiendas pop-up) y la experiencia de ocio diferente se encuentra este original proyecto: To Many Places defiende el concepto de pop-up hotel. Emmy Polkamp, creadora del proyecto, ideó un hotel que uniera la sensación de libertad de la acampada con el nivel de servicio de un hotel, y el concepto de tienda efímera dur-ante un periodo determinado (o pop-up). Todo ello en un espacio minimalista y sugerente.
En el interior de sus tiendas de campaña de tela ignífuga se encuentra una habitación completamente amueblada con un estilo chic-minimal. Además de las unidades de habitación disponen de una cocina común y sala de estar, que conectarán a los clientes del conjunto. También se celebran actividades complementarias como clases de yoga y cine al aire libre.
Otra de las características de este proyecto es el aprovechamiento temporal de espacios abandonados. Según explica la creadora de este hotel pop-up.
Cada ciudad tiene lugares que, por desgracia, no se utilizan. Y precisamente muchos de ellos quieren abrir sus puertas para eventos temporales que los devuelvan, aunque sea momentáneamente, a la vida.
Así, To Many Places podría ubicarse en una iglesia abandonada, en una cárcel o en una fábrica histórica. Acompañando a la celebración de un evento, o simplemente para vivir una experiencia única e irrepetible en el tiempo y el espacio.
Por ahora este innovador proyecto se encuentra en búsqueda de financiación a través de una campaña de crowdfunding con la que recaudar 10.000 € para crear seis tiendas más, que se unirían a las que ya tiene. A través de esta campaña de financiación los clientes del hotel ya pueden hacer su reserva: por 100 €, los primeros inversores podrán disfrutar de una noche de hotel para dos personas con desayuno en la cama. También se puede disfrutar del hotel al completo para grupos de amigos (máximo 14 personas), durante un fin de semana con desayuno, cena y un evento al aire libre por 2.000 €.
Alojamiento a la medida del evento
Pero el pionero de esta tipología fue The Pop-up Hotel, que ofrece desde 2011 lujosas carpas asociadas a eventos de primer nivel, como el festival de música de Glastonbury o eventos de Fórmula 1. En este caso se ofrecen incluso servicios como Spa, sesiones privadas de música (jam sessions), o piscina. El proyecto ha ido creciendo cada año y diversificando su oferta, desde las tiendas iniciales a otras tipologías como caravanas, carromatos, suites, etc.
Además de los hoteles efímeros alojados en tiendas de campaña y estructuras textiles, existen otros ejemplos como Snoozebox (que utiliza tráilers y módulos transportables en camión) o los belgas Sleeping Around (con sus contenedores de barco reciclados, que incluso están dotados de sauna).
Los hoteles pop-up o efímeros constituyen una vuelta de tuerca a la adaptación entre la oferta y la demanda de un servicio de alojamiento, flexibilizando no sólo la ubicación física, sino el marco temporal.