En una época de fuertes cambios en el sector hotelero como es la actual, las fórmulas de alojamiento en la gama inferior de precios (hoteles budget) están cobrando auge cada día. Es difícil distinguir si una propuesta es budget o low cost, aunque a grandes rasgos podríamos indicar que la primera se centra en ofrecer un precio de venta bajo, y la segunda en contener el coste del servicio (que puede no estar asociado a un precio bajo, sino adecuado a lo que ofrece). Ambas tratan de abrirse paso en un mercado competitivo y cambiante.
Anteriormente ya hablamos de propuestas en la línea del concepto low cost chic, es decir, costes bajos + diseño. En esta ocasión nos centraremos en el segmento budget.
Una de las propuestas más radicales es YOTEL, que trata de adaptar el concepto de hotel-cápsula japonés al mercado occidental y por el momento se ubica sólo en grandes aeropuertos (en Londres y Amsterdam). Las habitaciones se alquilan por un mínimo de cuatro horas (76€/día las más sencillas), y se dirigen a un viajero en tránsito necesitado de una zona de descanso y aseo.
La más pequeña tiene 7 m2 (el espacio justo para una cama individual, la puerta y un aseo con ducha). La cápsula premium, con cama doble, ocupa 10 m2. Considerando que las habitaciones dobles de un hotel urbano estándar 4* miden unos 24 m2, la propuesta de YOTEL es radical en su uso del espacio. Por otra parte, los interiores están cuidados, tanto en el diseño de los acabados como en los muebles escamoteables, con un cierto aire de camarote futurista (ver su tour virtual 360º).
Algo menos extremo, pero igualmente innovador es el concepto de Qbic Hotels, por ahora presente sólo en el WTC Amsterdam. Se caracteriza por sus módulos prefabricados que agrupan baño, cama y escritorio, como si se tratara de un mueble contenido dentro de la habitación.
El ambiente puede personalizarse variando la luz, los baños están diseñados por Philip Stark, las habitaciones disponen de caja fuerte y facilidades tecnológicas, y sus tarifas parten de 69€. Para las zonas comunes su lema es: «the best service is self service«, y de este modo ofrecen una sala lounge con diversas facilidades para trabajar y tomar algún refrigerio.
Destacan por su precio otras propuestas con menos carga de diseño como: Sidorme, Travelodge, o iSleep, todas ellas con precios que parten de 35-40 €. En mayor o menor medida suponen la actualización del motel de carretera para un viajero de negocio, si bien Sidorme destaca por su vinculación a los núcleos de interés cercanos con vistas a captar la atención de un turista menos exigente en cuanto a localización céntrica a cambio de bajo precio.
Travelodge por otra parte, tras su exitosa implantación en Reino Unido, prevé un ambicioso plan de expansión en España (inversión de 1000 M€, para tener 100 hoteles en 2020).
iSleep por ahora es un único hotel ubicado en una carretera de acceso a Zaragoza, y se presenta como una edificación ecológica (con la certificación Biosphere, que concede el Instituto de Turismo Responsable-ITR).
En la banda inferior en cuanto a precio e imagen se encuentran EasyHotel, Formule 1 o Etap, por ejemplo, con tarifas entre 25 y 35€. El Easyhotel de Budapest incluso se anuncia por 15€/noche, aunque al igual que sucede con las ofertas aéreas, el precio final tras los extras puede distar de esta cifra.
EasyHotel pertenece a EasyJet, y por el momento no se ha implantado en España. Su propuesta de cerrar el círculo del viajero con la oferta vuelo+hotel barato puede ser imbatible para ciertos segmentos muy sensibles al precio y poco exigentes en cuanto a ambiente y comodidades.
La cadena francesa Accor comprende muy bien estas necesidades, y ha sido pionera de los alojamientos baratos hace muchos años a través de sus marcas Formule 1 y Etap. Sus baños prefabricados, interiores espartanos y mínimas comodidades (más allá de limpieza y seguridad) no tenían rival en el mercado. Sin embargo, como se ha visto en este artículo, la competencia está surgiendo con fuerza desde diversos frentes, y puede que Accor necesite reaccionar para hacer más atractivos sus hoteles budget para no perder su fuerte posicionamiento actual.
La batalla está abierta, y sólo el tiempo dirá cuáles de estas propuestas terminan por dominar el mercado.